2 secretos..
Me gustan tus latidos disfrazando confidencias en la madrugada
como por casualidad, surgiendo de la nada.
Me pone tu tacto en mis caderas
y de lejos tu pelo enredando palabras
otro..
Me incita que coseches y alimentes mi deseo,
Mas aún, me excita ese par de ojos
cuando chocan con los míos en la encrucijada de un beso.
Y que siempre me siga alucinando tu acento.
No olvido tu sonrisa sin aliento
con mis piernas entrelazando más de eso.
Me enloqueces tú,
frente a mí
y después nada.
Los ùltimos..
Me seducen, aunque no lo entiendas tus besos
con saben a malboro, o a ti.
Me conquista y mucho, dibujar kilómetros contigo
sin soltarte de la mano y al descuido.
Me muero hoy y mañana por guardar tus pasos en mi vida.
Me vuelve a llamar el ansia d decirte que hoy de nuevo
no te veo pero te siento
Me envuelve, abarcar torbellinos, si sé que en alguno de ellos
te encuentro desprevenido.
Me tienta tu ciudad dormida o despierta
porque en algún rincón el grafiti và por ti.
Me mata tu juego descarado,
por excitante y porque no te deja desbancado.
Me provoca que alargues tus sentidos
y rozes algo de mí, desde allí..
y son demasiados..
Me encanta como dijo aquel, tu lucha,
tu espada
y el arte cuando la desenvainas
pero más aún el honor con el que la guardas .
Y si, me seducen tus feromonas,
haciendo migas a ratos con las mías..
Me puede una y mil veces tu prudencia,
tus letras, leìdas, deseadas y enmarcadas..
¡Qué música del tacto
las caricias contigo!
¡Qué acordes tan profundos!
¡Qué escala de ternuras,
de durezas, de goces!
Nuestro amor silencioso
y oscuro nos eleva
a las eternas noches
que separan altísimas
los astros más distantes.
¡Qué música del tacto
las caricias contigo!
(Manuel Altoaguirre)
Despierto con la resaca de ayer,
ResponderEliminarhojeo tus relatos, me tomo un café...
y no se convierte en zumo.
Enciendo un cigarrillo,
y no sabe a malboro.
Pronuncio los números mágicos...
y no suenan tus risas.
Mejor seguiré pintando mares
y les preguntaré si saben algo de ti.