Quién mata con más rigor?
¿Quién mata con más rigor?
Amor.
¿Quién causa tantos desvelos?
Celos.
¿Quién es el mal de mi bien?
Desdén
¿Qué más que todos también
una esperanza perdida,
pues que me quitan la vida
amor, celos y desdén?
¿Qué fin tendrá mi osadía?
Porfía.
¿Y qué remedio mi daño?
Engaño.
¿Quién es contrario a mi amor?
Temor.
Luego es forzoso el rigor,
y locura el porfiar ,
pues mal se pueden juntar
porfía, engaño y temor.
¿Qué es lo que el amor me ha dado?
Cuidado.
¿Y qué es lo que yo le pido?
Olvido.
¿Qué tengo del bien que veo?
Deseo.
Si en tal locura me empleo,
que soy mi propio enemigo,
presto acabarán conmigo
cuidado, olvido y deseo.
Nunca mi pena fue dicha.
Desdicha.
¿Qué guarda mi pretensión?
Ocasión.
¿Quién hace a amor resistencia?
Ausencia.
Pues ¿dónde hallará paciencia,
aunque a la muerte le pida,
si me han de acabar la vida
desdicha, ocasión y ausencia?
..si despuès de tantas palabras
se queda el pàjaro parado,
entonces no hablemos..
Jugamos con las palabras...
ResponderEliminarYo mezo mi lápiz de incienso en cenizas,
dibujando recuerdos de sonrisas,
con sabor a nunca jamás.
Tú andas hilvanando las costuras,
cosiendo el eco de lo que fuí
en un rincón de tu cintura.
Voy a tientas por las tuyas
como en una sopa de letras,
apartando consonantes
para recrearme en tus vocales.
Te imagino de paseo por las mías
envuelta por una nube de burbujas
que bailan al son de tus gestos
y multiplican tu sonrisas.
Jugamos con las palabras...
Inventamos perífrasis,
algunas ya familiares,
de los barros descritos
y los cálidos mares.
Paseamos por nuestras calles,
nos vemos entre las líneas.
Y nos buscamos en palíndromos
escritos en espirales
que empiezan con una palabra a la vista
y acaban con una mirada al escrito.
Si bien es cierto que yo ya no te leo
si no más bien que te recito.
Y me va acunando Morfeo
mientras pronuncio tu voz
con estos labios escritos
en burbujas a tu alrededor.