miércoles, 25 de abril de 2012

1 comentario:

  1. ser cauce y alimento
    del algodón de tu alma
    en los esponjosos vértices de tu ser
    y la blancura de tu calma.

    Y aún así...
    pronunciar tu nombre
    como un viento
    que ha de estallar
    contra todo tu cuerpo.

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