domingo, 28 de agosto de 2011

Cambiar el mundo, cambiar de rumbo.

Que hambre de lunas
repletas de luces nuevas,
que hambre y sed
mientras busco la sincronìa
de mis vocales perdidas,
aspirando a poder distinguir
los puentes,
las puertas,
los dìas,
las barreras permitidas.

Me lanzaré a la calle
buscando algùn detalle
indicios de mi,
de aquel..
No más noches atragantadas
prefiero reinventarme otra vez
volver a las letras
y dejar la espesa conversación.
Que hambre y sed de mí.



"Nunca ames a medias
porque te amarán igual."

2 comentarios:

  1. ..hay amores que pueden parecen a medias..sin realmente serlo..

    ..hay amores callados, pero que emiten lamentos mudos..no son revelados..mas no son a medias..

    ..hay amores contenidos, pero que expresan conmociones..no son exhibidos..mas no son a medias..

    ..hay amores ocultos, pero que reflejan sentimientos..no son percibidos..mas no son a medias..

    ..hay amores no correspondidos, pero que son resarcidos por el rechazo o la indiferencia..y no por ello dejan de ser amor..y jamás serán a medias..

    ..y hay amores explícitos, declarados, pregonados, reconocidos, tolerados, legitimados, bendecidos..y sin embargo son pobres amores, amores condicionados..amores a medias..

    ..mas hay amores eternos..de antes, de ahora y de siempre….y esos nunca serán a medias..

    “Quien no admira al ser amado, es que no lo ama verdaderamente.”

    (Yusuf)

    “Il y a seulement de la malchance à n’être pas aimé; il y a du malheur à ne point aimer.”

    (Albert Camus)

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  2. Solo tú y yo sabemos lo que ignora la gente
    al cambiar un saludo ceremonioso y frío,
    porque nadie sospecha que es falso tu desvío,
    ni cuánto amor esconde mi gesto indiferente.

    Solo tú y yo sabemos porqué mi boca miente,
    relatando la historia de un fugaz amorío;
    y tú apenas me escuchas y yo no te sonrío...
    y aún nos arde en los labios algún beso reciente.

    Solo tú y yo sabemos que existe una simiente
    germinando en la sombra de este surco vacío,
    porque su flor profunda no se ve, ni se siente.

    Y así, las dos orillas, tu corazón y el mío,
    pues, aunque las separa la corriente de un río,
    por debajo del río se unen secretamente.

    (José Ángel Buesa)

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